Los 59 años de la vida de
GUSTAVE FLAUBERT
(1821- 1879)
cubren el centro mismo del siglo XIX. Influido por el momento histórico que le tocó vivir,
es lector y admirador de HIPÓLITO TAINE.
Hasta el punto que su novela más famosa
MADAME BOVARY,
tratará de ser un espejo objetivo del alma humana, estudiada, enfocada
y contemplada según las normas y el método seguidos por la ciencia.
Emma Bovary es el fragmento ideal de un momento histórico modificado ya por el avance de la ciencia y de la técnica, un objeto que demuestra a los lectores lo peligroso que es vivir fuera de su tiempo, en el rastrojo otoñal del romanticismo, época antipositivista por antonomasia.
MADAME BOVARY es una novela dura y tierna, de un atractivo misterio imperecedero, a la que aportan realidad unos personajes que se adueñan de sí mismos y se hacen grandes, a fuerza de sufrir sus propias limitaciones.
Aparecida en 1856, el censo humano cuenta desde entonces con uno de los seres más reales que hayan podido existir en el mundo, ya que al familiarizarnos con la apasionante historia de una mujer adúltera, sentimental e incomprendida, descubrimos en nosotros una faceta muchas veces ignorada o, al menos, olvidada circunstancialmente.