Adaline Bowman (Blake Lively) es una joven nacida a principios del siglo XX que, a punto de cumplir 30 años, sufre un accidente automovilístico. Logra sobrevivir pero, mágicamente, el hecho trae como efecto una maldición: la eternidad.
Así es como permanece 8 décadas escondida, cambiando su identidad, para que nadie descubra su secreto. En el medio, Adaline es madre de una niña. El tiempo pasa para todos menos para ella; por eso, encerrada en un cuerpo joven, es testigo de cómo envejecen sus seres queridos ( por ejemplo su hija que termina pareciendo su abuela)
Un joven apuesto y un viejo amigo (Harrison Ford) la ayudarán a romper el hechizo.
"El secreto de Adaline"
mezcla romance con ciencia ficción y fantasía,
pero entre tanto accidente, astronomía y metáforas el romance
se ubica en lugar secundario.
A veces, parecería que la película intentara
reflexionar sobre la juventud eterna, la muerte y el paso de los años,
pero todo se resuelve como en un cuento de hadas
incluso con frases de autoayuda.
A quienes le gustan las escenas de amor,
tal vez puedan disfrutar de la reconstrucción de época
y de la belleza de Blake Lively.