Willem Haenraets |
Es otoño, está lloviendo...
Son las 20 horas y ya se percibe la cara de sobriedad en un otoño gris que se acerca para dejarnos sus placeres y necesidades, que tal vez no son los nuestros.
¿Cuántas veces sentimos que todo nos cuesta tanto?. Muchas veces... La desilusión es una manera de devolvernos las demasiadas expectativas que depositamos en algo que soñábamos con tanta fuerza, que amábamos con el alma...
¿A quién le importa?.
La desilusión nos dice con su palabra hostil y sin compromiso que te bajes, que no eres el centro de todo, que tienes que ver LA REALIDAD. A veces, los sueños son tan grandes que ocultan, cubren con velos los ojos, toman decisiones sin consultar, nos abandonan...
Hay que apostar a la ilusión de nuevo, otra vez, para seguir caminando porque así es la vida: esperanza.
Estoy sola... mi gata se ha refugiado dentro del hogar, no delante de él sino dentro porque no quiere ver; necesita oscuridad porque la lluvia... a ella... también la desilusiona.