El peor de todos los pasos es el primero.
Cuando estamos listos para una decisión importante,
todas las fuerzas
se concentran para evitar que sigamos adelante.
Ya estamos acostumbrados a esto.
Es una vieja ley de la física:
romper la inercia es difícil.
Como no podemos cambiar la física,
concentremos la energía extra
y así conseguiremos dar el primer paso.
Después el camino mismo ayuda.
***