NARRAR...
El viejo recurso imperecedero. El de los escritores que cuentan historias y que no escriben buscando la gloria literaria. Es de aquellos que sólo pretenden mantenernos entretenidos, que sólo pretenden que disfrutemos con la lectura de una novela, aquellos que no nos permiten olvidar el mundo perdido de tantas cosas queridas.