Pequeño niño de alas doradas, dejaste tu luz en las arenas lejanas. Eres estrella, que mira en tu reino la quietud de las aguas. Te quitaron la risa, cuando aprendías... a decir tus palabras.
Sé feliz... ahora... en tu carrusel, juntando lluvias de un cielo que está contigo aunque tú no lo creas.