La historia de esta famosa perla comienza en 1570 cuando,
tras aparecer en aguas de Golfo de Panamá,
se subastó en la Casa de las Indias de Sevilla.
Felipe II pagó por
se subastó en la Casa de las Indias de Sevilla.
Felipe II pagó por
ella cerca de nueve mil ducados y fue lucida por varias reinas de España:
Isabel Clara Eugenia, Margarita de Austria,
Isabel de Borbón
y María Luisa de Orleans,
algunas de ellas retratadas por Velázquez con la joya.
"La Peregrina"
permaneció en la Corona española hasta que José Bonaparte,
el hermano de Napoleón que gobernó España durante la ocupación francesa,
huyó del país con la famosa perla.
La joya volvió a cambiar de dueño y pasó a manos inglesas
cuando los descendientes de José Bonaparte la vendieron al marqués de
Abercorn,
en cuyas manos permaneció hasta principios del siglo XX.
Abercorn,
en cuyas manos permaneció hasta principios del siglo XX.
En 1914 la familia Abercorn la vendió a una joyería londinense,
que ofreció al rey Alfonso XIII la oportunidad de comprarla
pero el monarca español,
preocupado por la inminente guerra mundial,
declinó la oferta
y "La Peregrina"
fue adquirida por un anónimo multimillonario norteamericano.
Richard Burton
la compró en 1967 por 37 mil dólares (27 mil euros)
como regalo a su amada Elizabeth Taylor en su 37 cumpleaños.
En el año 2011 volvió a subastarse.
La subasta de la Peregrina
y de las restantes joyas de Taylor
se produjo el día 13 de diciembre de 2011;