Edmond Alphonse Defonte
Adoro las palomas en las plazas.
Recuerdo que cuando iba a estudiar el profesorado de Letras
tenía que cruzar dos plazas
y las palomas al pasar agitaban sus alas
para posarse en los altos campanarios.
El vuelo!!!
Belleza sin tiempo,
eterna, infinita,
sanadora...
Luján Fraix