LA HISTORIA: Casualidad y alegría
Una leyenda cuenta que Shen Nung,
un legendario emperador de China,
quien además inventó la agricultura y la medicina
en ese país,
se encontraba reposando al aire libre
y mientras estaba sentado debajo de un árbol
bebía un tazón de agua caliente,
alrededor del año 2737 aC.
El viento agitó las hojas de ese árbol
y unas pocas cayeron dentro de su tazón
y rápidamente comenzaron a cambiar el color del agua.
Absorto con ese maravilloso espectáculo,
Shen Nung fue capturado por la intriga y el misterio,
que lo condujo a llevar los labios
hacia el tazón y permitir
que un delicado sorbo de esa accidental bebida
corriera por su paladar.
Su experiencia fue tan placentera y además renovadora
que este hombre alcanzó un estado
de profunda alegría.
Ese momento mítico lo llevó a estudiar las hojas
de esa planta,
y como hombre de conocimiento que era,
rápidamente descubrió
y verificó varias propiedades.
Desde ese momento, se dice,
no pasó un solo día de su vida sin beberla.
Feliz tarde de té.
Un beso para todos.