"Para lograrlo hay que contemplar lo bello, hacer de las pequeñas cosas un espectáculo, hablar sobre nuestras vidas con las personas más próximas, transferir el capital de las experiencias, criticar cada idea perturbadora en el momento que aparece. El yo debe reunirse con nuestros fantasmas, con nuestros miedos, crisis, dificultades, sentimientos de incapacidad, pesimismo. Todos los días hay que enfrentarlos y preguntarse por qué surgen estos miedos. Cuando intervengo mi mente empiezo a domesticar esos fantasmas. Nuestro yo es muy lento y no está preparado para ejercitar estas funciones. Estamos en la Edad de Piedra en cuanto a estas funciones."
Cury