Países desde donde se leen mis novelas.
"Fueron los libros los que me hicieron sentir que tal vez no estaba completamente solo".
"Se fue caminando por la vereda del ferrocarril, cruzó las vías y llegó a la plaza frente a la iglesia. Por esos lugares había visto muchas veces a la mujer de blanco, el brillo de sus ojos, sus trampas, el beso… Ella lo quería mucho, se notaba en sus lejanas caricias, en la forma de amar la sombra y abrazar la risa. Parecía un ánima, pero no le tenía miedo. Podía imaginarla todavía rodeada de felinos sedosos a los que amaba como hijos" (fragmento)
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PERDER EL ALMA.