Obras de Marcus Stone
Escuchaba sus continuas disculpas,
con paciencia.
Un día,
me escribió una carta...
y dos y tres...
Me regalaba bombones y flores.
Yo sufría
y él siempre me pidía perdón
por alguna u otra circunstancia
que me atormentaba,
que me llenaba de dudas.
Él venía a la puerta de mi casa
a hablarme de su falta de compromiso,
queriendo cargarme de culpas.
¿Por qué insistía?
¿Me amaba?
Lo dejé partir,
se fue diciendo:
"Te vas a arrepentir..."
Fue allá por 1980...
Mejor sola...