La persona feliz no hace daño.
La persona feliz no tiene tiempo para meterse en las miserias humanas.
Una persona feliz no necesita poner zancadillas.
No necesita destruir la vida de otro.
No necesita del chisme para ver si de allí se levanta.
Una persona con autoestima y amor propio no necesita hacer daño.
Una persona feliz ha aprendido a valorar cada momento y a encontrar paz en su interior.
Vive desde la plenitud sin necesidad de compararse con los demás.
Sabe que la verdadera felicidad no se mide por lo que tiene sino por la gratitud que siente.
La persona feliz no tiene tiempo para meterse en las miserias humanas.
Una persona feliz no necesita poner zancadillas.
No necesita destruir la vida de otro.
No necesita del chisme para ver si de allí se levanta.
Una persona con autoestima y amor propio no necesita hacer daño.
Una persona feliz ha aprendido a valorar cada momento y a encontrar paz en su interior.
Vive desde la plenitud sin necesidad de compararse con los demás.
Sabe que la verdadera felicidad no se mide por lo que tiene sino por la gratitud que siente.
(de Instagram)