CLAUDE MONET fue uno de los primeros pintores franceses en llevar el caballete al aire libre para trabajar en contacto con la naturaleza. Luego, completó los lienzos en su estudio. Solía trabajar en varias obras al mismo tiempo.
Realizó grandes pinturas en serie, en las que examinaba un mismo motivo en diferentes horas del día, en distintas estaciones del año e incluso bajo condiciones meteorológicas diversas, para mostrar cómo los cambios atmosféricos producen variaciones en las formas.
Sus pinceladas son muy visibles y a la vez poco definidas, lo que hace que captemos la escena en su totalidad y con rapidez. En sus últimas obras, radicaliza las técnicas, y las formas son sólo sugeridas por manchas de colores.
Preparaba las telas con una capa de blanco para aumentar la luminosidad de los tonos y luego aplicaba sobre ellas pintura sin mezclar. Solía usar tonalidades claras y moduladas.