En 1884, después de tres relaciones fracasadas, llegó a su vida Margot Begemann (1841-1907), mucho mayor que él. Lo amó sin medida pero la oposición familiar y las presiones sociales por la juventud del pintor la condujeron a intentar el suicidio.
Luego de eso Van Gogh se retiró. Los biógrafos aseguran que Margot fue a la que amó (a pesar de que no se lo demostraba) y con la única que estuvo dispuesta a casarse. Después de ella los sentimientos internos del artista fueron volcados a sus pinturas.
Su última frase antes de morir fue la que Margot repetía cuando estaban juntos:
"Me gustaría morir ahora".
Margot Begemann