Se viene la primavera para nosotros y trae el renacimiento, como digo todos los años, esos aires nuevos que despiertan los deseos de mirarse en otros espejos, de buscar en ese cielo las respuestas. Hay tanto por soñar, pero cuentan que hay que vivir el presente y valorarlo. No pensar el mañana para ser feliz.
Sin embargo, yo soy una mujer que espera...
Y así voy por la vida olvidando el día a día para detenerme en el futuro. Por eso sufro. Es ansiedad.
Mañana tal vez, sin esperar, ese futuro me devuelva la sonrisa que me falta, la paz interior que otros me han quitado, las palabras que se fueron...
Ya estoy grande, debe ser eso. Igual hay fuerza todavía para abrazarme con las letras, las que nunca me abandonan y las que me siguen los pasos hasta el fin de los tiempos. Les agradezco, me han salvado siempre. Me sostienen.
Les deseo un feliz octubre con otoño y primavera.
El alma reconoce los perfumes cuando el corazón late más intenso frente a los encuentros.
Un beso grande.