"Aún tenía aquel libro con las cartas entre sus páginas.
Pensó vagamente, antes de dormirse, que el amor puede nacer de la casualidad, de una equivocación o de una burla, de un desencuentro o de un encuentro furtivo, intenso e irrepetible; que la vida es sólo un viaje interminable hacia la felicidad perdida, el intento de evadirse de la ira de los dioses, de la muerte y del tiempo, y que el mundo es como el despertar de un sueño desconcertante y prodigioso."
H.Tizón.
Los gatos del campanario.
No te duermas...