«Lady Wharton tenía dolor de cabeza, como siempre le sucedía tras los primeros días en Londres. El ajetreo, el ruido y los imprevistos le provocaban un molesto dolor en la nuca. Aun así, le gustaba recostarse en el sofá mientras sus hijas parloteaban revoloteando por el salón de mañana».
Emma es la mayor de las Wharton y ha crecido ocultándose de las miradas ajenas con vestidos de cuello cerrado y mangas largas. A Emma le gusta escribir y ha utilizado sus letras para vengarse de Edward Wilmot, el hijo bastardo del conde de Kenford. Pero la joven Wharton no ha tenido en cuenta a quién se enfrenta y sus actos van a tener consecuencias del todo inesperadas para ella y para todos los que la rodean.
Emma guarda un recuerdo del pasado que la hiere en lo más hondo cada vez que está frente a Edward Wilmot. Y al conde bastardo no le gusta nada que le digan lo que no debe hacer o a quién no debe acercarse.