Superar la tristeza no es fácil.
En estos tiempos cada uno de nosotros lleva sobre sí el peso de muchas cosas, nuestra identidad: pasado, presente... Los ansiosos demasiado futuro. Nos sentimos vulnerables, sin metas, como si todo fuera gris a nuestro alrededor. Aquello que tanto nos movilizaba, de repente, se desdibuja, lo vemos con los ojos vidriosos, nublados. Es que llegar a los sueños cuesta. A veces, más porque la gente se deshumaniza, se disfraza, y se cuela detrás de ti para atosigarte, para llenarte de inseguridad.
Necesitas cortar los hilos y dejar de dar tanto.
Te desangras por ser aquello que soñaste toda una vida y caminas a paso de gigante para llegar. ¿Dónde? Tú lo sabes, sólo tú, pero tienes que esconder tus ideas, tus lágrimas...
Deja pasar el tiempo, descansa.
Deja la pluma, descansa...
Sientes que el tiempo vuela, déjalo ir.
Un Abrazo para todos.