−Es que la madre es todo para un niño: la protección, el amparo, el beso, la caricia, el sostén… Crecer con un padre no fue lo mismo. Nunca lo es cuando el vínculo materno es muy grande. Lo pudimos sobrellevar, pero no aceptarlo. La muerte es la negación de la vida y nos costó mucho acostumbrarnos a su ausencia, al silencio, a no ver su sonrisa ni a escuchar su voz. El entorno no ayudaba porque la soledad era extrema. Si hubiéramos vivido en otro sitio, la cercanía de la gente y de los conocidos nos hubiera dado una tregua al dolor, pero Hanworth se parece a la nada misma y se instala hondamente en el corazón. Hasta las enfermedades parecen atacar con más fuerza y nos obligan a sentirnos más desvalidos y ancianos.(fragmento)
La Liberación
Hermanas Brontë
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