SER GRANDE... ¿PARA QUÉ?
Cuando era niña,
a los cinco años,
me iba sola a la escuela.
No quería que mi mamá,
que era muy sobreprotectora,
me llevara...
Como ella tenía miedo porque yo era muy pequeña,
me seguía a media cuadra de distancia.
Yo me daba vueltas lentamente,
de trecho en trecho...
Ella, entonces, se ocultaba detrás de un árbol.
Yo la tenía amenazada...
Siempre fui rebelde
porque me sentía adulta.
Nadie tenía que dar órdenes
porque para mí sobraban...
Quería ser grande.
¿Para qué?