Lauri Blank
Me miro al espejo
y la imagen me devuelve
una Eva sin coraje,
una mujer sensible,
veo una madre que suplica
y una hija que resuelve...
un padre que no mira
cuando el dolor
se hace lágrima.
Las leyes del amor
en detalles
que no se olvidan...
El límite del tiempo
abrigando los días,
todos los desafíos
para mantenerme viva.
Unos ojos soñadores
en un rostro
sin caricias.
El silencio muy de prisa
equivocando el camino.
Una paloma blanca
mirando
a un Dios pueblerino.
Seis campanas galopando
entre las coplas dormidas.
Por fin consigo ver,
en esa realidad
cruel y aterida,
que es la vida
día por día
alguien...
que camina.
Luján Fraix