Llega Agosto, el mes de los vientos en el hemisfero sur.
Siento que se pasa la vida mirando por una ventana. El sol nace cada día y es abrazo contenedor que debemos agradecer porque de eso se trata el festejo...
Hoy más que nunca nos aferramos a metas pequeñas a corto plazo para sentir el aire fresco y no dejar de soñar al menos por un rato. Atrás quedó la libertad de puertas abiertas, la risa despreocupada, pintar la esperanza con un sol amarillo...
Parecíamos niños sin ver el reloj, sin entender su ritmo, porque éramos tan felices que no nos dábamos cuenta.
Hoy caminamos el mismo sendero, somos todos hermanos y tenemos el mismo cielo. Cada uno sabe cómo hacer para alcanzarlo con un solo abrazo. El mundo interno nos salva...
No dejes nada para después: llena tu vida de ternuras compartidas, de caricias y mascotas, de palabras que sanan.
Feliz Agosto. Seguir cuidándonos es querernos y querer al otro.