BARBASTRO
ESPAÑA-1960-
Manuela, la protagonista, una mujer que no pudo crecer a pesar de haber formado una familia.
¿Por qué será que las verdades más elementales resultan las más difíciles de comprender?
¿El exceso de razón debilita...?
Ella tenía la sensación de que su cuerpo era completamente vacío y que de él emanaba un aire helado como el que sale de las grutas.
Los miedos la declaraban incapaz de entendimiento y voluntad.
Por ese camino llevó a sus hijas.
¿La capacidad de dar vida te transforma en omnipotente?
El amor adulto es sereno y acompaña a cambiar las cosas equivocadas por las justas.
Manuela acumulaba cenizas y guardaba todos sus miedos para después cuando la conciencia la viera deshojando sus furias.
Las hijas se fueron en busca del amor con la orfandad dibujando brújulas y barriletes: solas, olvidadas... prófugas.
❤
Esta novela es el retrato de una mujer-niña.
Yo la he conocido demasiado, de cerca, y he visto los miedos en su mirada, la incapacidad para resolver los problemas diarios, la pasividad completa. Se apoyaba siempre en sus oraciones y rezaba tanto que no dejaba espacio para otra cosa. Ese era su refugio, aunque lo hiciera en soledad y alejada de todos sus problemas. Es que había demasiada gente para resolverlos...
Manuela nunca quiso o no pudo crecer y llevó a sus hijas por ese camino de incertidumbres y de cobardías. Las amaba demasiado, por eso quería guardarlas para que vivieran después, cuando ella ya se hubiera ido... No tomaba decisiones pero les prohibía todo y ellas actuaban de diferente manera: una sumisa, la otra astuta y rebelde.
( por amazon, por librería Dunken y por Mercado Libre Argentina)