Mamá quería que yo aprendiera a tocar el piano,
pero por esas cosas de la vida
nunca tuve inclinación por los instrumentos musicales,
siempre me gustaron los libros.
Ella
le había pedido a su padre Juan,
mi abuelo,
que la dejara ir al pueblo a estudiar,
porque su mamá pensaba,
como en aquellas épocas
que una niña tenía que aprender
a tejer y bordar.
Le quedó esa inquietud por siempre.
Yo aprendí algo con la hermana María Jesús
en el colegio,
las primeras notas
de "Para Elisa"
y allí quedó todo...
guardado en los sueños de mi madre.
Pinturas de Auguste Renoir