Extraño la paz de otros días, cuando la última ventana me mostraba el sol naciente. La luz era una llama que ardía en mi corazón con la palabra.
Tira la pluma... descansa, me dicen.
Atrás, quedaron los proverbios: viejos, herrumbrados, secos... Los valores grabados a fuego, el grito, los límites... el respeto. Algunas frases.
Ahora, guardo silencio como si caminara entre los miedos. Me alojaré al final de mi destino con mi mantón de telarañas, frente al espejismo de la luna. Tal vez, allí entienda que las puertas están cerradas y que la llave se ha perdido.
L.Fraix
Pintura de
John William Waterhouse