Edmond Alphonse Defonte |
Adoro las palomas en las plazas.
Recuerdo que cuando iba a estudiar el profesorado de Letras
tenía que cruzar dos plazas
y las palomas al pasar agitaban sus alas
para posarse en los altos campanarios.
¡El vuelo!
Belleza sin tiempo,
eterna, infinita,
sanadora...
Luján Fraix
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