Llegó Mayo…
Recuerdo días grises y lluvias sobre los tejados, algún ladrido de un perro y palomas blancas.
Era la despedida más iluminada que conocí jamás, la de las madres.
El cielo abrumado por sus lágrimas inquietas, la recibió en sus brazos para darle la paz que necesitaba…
Ella que tenía tanto miedo, se fue a contar estrellas junto a la gata Millie que le quitó la soledad a su alma.
Gracias Mamá porque sé que me estás cuidando con el mismo amor de siempre, me escuchas y me envías mensajes porque hablas en las letras de mi poesía.