Duy Huynh |
Para tanta realidad que nos aprieta, la orilla es el destino. Seguir alguna huella porque estos dos mundos son como sombras desangradas.
Ojos limpios, nubes, distancias... La PAZ está del otro lado.
Acá... ya no se evaporan las lágrimas, el escribiente derrocha su poder y el pan de la tierra desaparece entre las cosas olvidadas.
Paciencia... dicen muchos, pero las nubes negras amenazan con sus rostros repetidos. Calla la lucha agobiada por el cansancio y la tardanza.
Por las calles, los pájaros que anidan en el alma son la única vida que nos encuentra cantando para sobrevivir.
L.Fraix