El camino se extraviaba entre nieblas distantes, desdibujadas por las nubes mientras el sosiego acallaba el coraje... lo dormía.
Era el tiempo de regreso, como ahora, cuando la luz se vuelve tersa y acaricia... Invita a la búsqueda de alguna meta que crece en el alma como vida de los sueños. ¿Cómo saberlo? Estoy cansada.