1890 es un año clave en la vida de OSCAR WILDE (1854-1900).
A partir de la publicación de EL RETRATO DE DORIAN GRAY en la revista "Lippincott´s Monthly Magazine", éxito y escándalo irán indisolublemente unidos a su nombre.
De todas sus obras, "El retrato de Dorian Gray" es especialmente significativo, ya que Wilde no mostró demasiada inclinación por la novela; prefería el relato corto o la comedia, donde su epigramático talento se encontraba más cómodo.
El tema de esta obra es atractivo, y se comprende perfectamente que el autor lo utilizara para ilustrar su esteticismo decadente. El protagonista, un joven bello,sensible vive su eterna juventud en busca de sensaciones cada vez más intensas que lo llevarán al vicio y al crimen. La atmósfera del relato resulta sugerente y adecuada; los diálogos, limpios y agudos, a menudo le dan una gran agilidad a la narración.
La historia de Dorian Gray, que vende su alma al diablo a cambio de su eterna juventud, tiene connotaciones muy especiales, ya que a través de ella el autor formula una inquietante serie de observaciones morales y filosóficas.
Por ello el mensaje hedonista de Wilde, que en su tiempo se vio enturbiado por los prejuicios de una sociedad mojigata, hoy es mirado de otra forma.
El hedonismo es una doctrina de la filosofía que considera al placer
como finalidad o el objetivo de la vida.
Los hedonistas, por lo tanto,
viven para disfrutar de los placeres, intentando evitar el dolor.