Las mujeres se pintan antes de la noche. Los ojos, la nariz, los brazos, el hueco poplíteo, los dedos de los pies. Se pintan con maquillajes importados, con témperas, con lápices de fibra. En el alba ya no están.
A lo largo de la noche y de los hombres, se van borrando.
Minicuento
Del libro "Casa de Geishas" (Edit. Sudamericana, 1992 de Ana María Shua)