Siempre le angustió crecer, el tic tac del tiempo...
"El secreto de la serenidad es aceptar lo inevitable y aprender a caminar en medio de la tormenta."
Ella hablaba sentada a la orilla del crepúsculo sobre el amor de su vida, el hombre que la sostenía... mientras seguían pasando cosas.
La casa como un barco a la deriva era su refugio. El sol dibujaba las horas en el silencio de la calle y escribía un libro cuyas páginas eran bellos tulipanes. Parada en medio de la vida, una mujer que lo tenía todo para ser feliz, se quedó como una niña huérfana esperando la ternura, el abrigo, con un reloj detenido en las manos.
---De El silencioso grito de Manuela.