Mi refugio, el escritorio, donde habitan las palabras que sanan... Los gatos, la ventana hacia la libertad, escuchar el trino de los pájaros y sentir el latido del amor durmiendo entre los muros, en cada pétalo, en el ronroneo de la lluvia...
Se puede volver de la tristeza a habitar la casa?
Es temprano para recoger cenizas aunque siento huecos insondables y grises que rezan bajo mi piel que grita, que pide ayuda, que todavía cree...
Mañana volveré a mirarme en las estrellas para saber si estoy viva.
Luján Fraix-2015