Se llama GIETHOORN
y es una verdadera perla de los Países Bajos.
Sin calles por las que moverse en auto
este pueblo está atravesado por canales que, entre toda la extensión,
suman unos noventa kilómetros.
Por ellos solamente está permitido circular en canoa o en unos botes especiales cuyos motores no emiten sonidos. Junto al agua discurren senderos para trasladarse a pie o en bicicleta y combinar las diferentes zonas a través de unos ciento setenta puentes. La peculiaridad de sus paisajes y su cercanía con AMSTERDAM (unos 120 km) transformó a esta ciudad en un nuevo atractivo turístico.