Cuando JEANNE HÉBUTERNE, el 25 de enero de 1920, se arrojó por la ventana no lo hizo para ir hacia el encuentro con la muerte sino que lo hizo para ir al encuentro con el amor. Cuando Jeanne Hébuterne, embarazada de ocho meses, saltó por la ventana del quinto piso del departamento de sus padres, no saltó al vacío sino que saltó a la plenitud de la eternidad en el encuentro con AMEDEO MODIGLIANI. Cuando Jeanne Hébuterne Tellier, decidió que el vacío era su mejor modo de hacer pie ante la eternidad se arrojó por la ventana. Cuando ella decidió tirarse por la ventana, después de haber muerto de meningitis tuberculosa Amedeo Modigliani, definió con extrema claridad cuál es el valor del amor y de la vida ante la minúscula muerte.
¿Qué es una tragedia amorosa?
¿Amar es una tragedia?
¿El amor es trágico?
¿El amor contiene a la muerte?
¿Se puede matar el amor?
¿Se puede amar a la muerte por amor?
Jeanne no fue visitada por la muerte pintándola
en su penúltimo cuadro.
El último cuadro fue LA SUICIDA
No pudieron Eudoxie Anais Tellier y Achille Casimir Hébuterne, profundamente católicos y padres de Jeanne, detener la pasión. No pudieron detener la pasión ni cuando ella conoció a ese pintor judío y repleto de excesos ni cuando el gran vuelo diera el brillo sobre sobre lo que no habría de cesar, sobre lo que habría de ser eternidad. No pudo André Hébuterne, hermano de Jeanne, detener la marea eterna que se produjo cuando fue puente que uniera a su hermana con Modigliani. No tuvo posibilidad Léopold Zborowski, marchante y amigo del pintor, de frenar la bocanada de abismo que sobrevino un día de enero de 1920 cuando tuvo que llevar a Modigliani hasta la casa que éste compartía con Jeanne, absolutamente enfermo y deteriorado por el alcohol, para dejarlo al cuidado de su mujer.
Cuando ella recibió a Modigliani enfermo en extremo se quedó junto a él. No sólo para cuidarlo y atenderlo sino para irse junto a él. Para emprender el viaje a la eternidad. Para no dejarlo nunca. Pasaron una semana en ese cuarto que compartían prácticamente sin comida y sin agua. Juntos, inseparables. Modigliani murió el 24 de enero de 1920 a los 35 años de edad.
"He dado el beso de despedida a mi mujer.
Tenemos asegurada la felicidad eterna",
fueron las últimas palabras de Modigliani.
Llueve sobre París. Con una lluvia intensa pero delicada. LLUEVE SOBRE PARÍS. Y no podría ser de otro modo. Llueve Jeanne Hébuterne sobre París. Sobre mi rostro. Sobre mi mirada. Y sobre la imaginación de quien está leyendo estas palabras. Sobre quien mira a través de mi mirada la Rue Amyot junto a mí, en este exacto momento.
LLUEVE SOBRE PARÍS
Patricio Raffo
Patricio Raffo
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