“… De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos,
y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.”
EG
EG
La noche
I
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya;
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
II
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
III
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
IV
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.
Eduardo Galeano