(fragmento de novela)
−No –murmuró Paula y le dio un abrazo. Lo veía tan entregado que le daba inmensa ternura. Ese amor que sentía por Hellen era tan intocable y puro que seguramente le duraría toda la vida. La había idealizado demasiado, transformándola en un ser lejano a lo terrenal, una especie de ángel sin vida propia que besaba con labios fríos. La mujer estampa que aparecía y se ocultaba dejando amor en sus ojos azules, plegarias en sus manos, y la inocencia cargada de letanías. Era la misma bandera, una gaviota, el fervor, la mirada, el triste viaje. ¿Dónde? Nadie lo sabía. Leonor se encargaría de averiguarlo si podía, pero eso significaba esperar y Facundo tenía demasiada ansiedad. La impaciencia que tendría que sepultar bajo tierra porque la vida estaba por venir y ese pasado era sólo eso: ceniza.
Fue nuevamente hacia el río, se arrodilló y apoyó las palmas de las manos calientes en la tierra mojada.
"Si no haces nunca lo que otros consideran tonterías, sólo sabrás lo que aprendieron los tontos", recordó las palabras lejanas de un abuelo sabio.
Y la naturaleza le mostró los enigmas.
¿Cuántos árboles se habían desplomado aquí?
¿Cuántos helechos se habían descompuesto?
¿Cuántos siglos habían pasado alterando la cimiente de esta tierra?
La llovizna la obligó a entornar los ojos. Los árboles que se elevaban a alturas insospechadas frenaban de alguna forma la potencia de las gotas, la lluvia bienhechora.
¿Cómo podían crecer tan altos en medio del suelo débil y húmedo cruzado por raíces centenarias de otros árboles caídos?
Tantas preguntas retóricas en la mente de Hanna le hubieran servido para armar un libro. Se levantó y se sacudió las cortezas. En aquel hueco quedaría su identidad, tal vez alguna huella que se borraría con los años y con las inclemencias del tiempo.
Una jungla con historia volvería a ser noticia cada año.
**
LOS DÍAS SEMEJANTES
Por tierra y por mar, entre bosques y palacios, intrigas de poder y luchas cuerpo a cuerpo, surge un amor más indómito que la propia Hispania. Con rigor histórico y una prosa que subyuga de principio a fin, Gloria V. Casañas vuelve a enamorarnos con una novela que ningún lector podrá olvidar.
Si quieres leer mi novela por capítulos puedes seguir mi blog:
lujanfraixrecuerdos.blogspot.com
La historia de Felicitas y su madre Emma. Dos mujeres con secretos que ocultar a una sociedad que no perdonaba un desliz, en Santa Fe de la Vera Cruz (1910)
También pueden comprar, si así lo desean, el libro en Amazon y en Autores Editores.
Gracias México por apoyar esta historia. Abrazos a todos.
*****
LICIA.
De noche, Alexandre caminaba dormido por la casa. Nadie lo escuchaba. Se sacudía como un perro de lanas antes de acurrucarse en el sillón de la sala de lecturas entre una montaña de libros de hojas amarillas. Las ruedas de los carruajes, en su camino de Nanterre a París, lo despertaban y, sin tener idea de cómo había llegado hasta allí, corría a su alcoba. No podía liberarse de sus fantasmas, pero al rato se vestía para ir al colegio. Llegaba con la brisa frígida de la mañana. Le gustaba aquel viejo Instituto. En el piso bajo pasaba a través de los perfumes del herbolario, de los barreños de espinacas y de los recipientes puestos en el fondo del patio. Después subía por la escalera de caracol, llena de humedad, cuyos escalones empinados eran peligrosos. Frente a los escaparates de animales disecados se detenía a observar como alienado las plumas y los ojos de vidrio de aquellas especies y luego se dirigía nuevamente a la biblioteca a roer páginas enteras de textos. Estaba obsesionado; buscaba respuestas que no hallaba porque quería salvarse.
Un maravilloso regalo inesperado para los innumerables lectores de García Márquez.
Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año. Escrita en el inconfundible y fascinante estilo de García Márquez, En agosto nos vemos es un canto a la vida, a la resistencia del goce pese al paso del tiempo y al deseo femenino. Un regalo inesperado para los innumerables lectores del Nobel colombiano.